Nada más verlo me enamoré.
¡Ya tenía ganas de tener un collar babero!
Desde hace tiempo que buscaba uno, mirando en tiendas de ropa como en Zara, o en tiendas de complementos o bisutería. Pero no había forma. Todos los que encontraba, me gustaran en más o menos medida, eran de un peso considerable, cosa que al final acaba cansando por su incomodidad, quedando el collar enterrado en el cajón.
Éste será más delicado por las plumas, pero le restan mucho peso.
Y lo mejor, ¿dónde lo compré? ¡Adivina! ... en un mercadillo.
Detalle del plumaje....
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