Estas sandalias son del año 2001. Me las regalaron unos amigos muy queridos para mi fiesta de cumpleaños de los 30. Considerando quienes me las habían regalado, que eran preciosas y eran naranjas (andaba yo fascinada por el naranja por ese entonces), se convirtieron durante años en mis sandalias preferidas.
Ahora, aunque me cuesta ir tan plana, siguen teniendo un lugar en mi vestidor.
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